Todas las relaciones que entablamos (familiares, sentimentales,
laborales) son kármicas y por eso nos proporcionan la oportunidad de aprender y superarnos. Formamos parte de una gran red, intrincada,
pero absolutamente armónica, en la que estamos conectados con muchas almas (amigos, enemigos, parientes, amantes, conocidos... Continuar leyendo