Querido Padre:
No me dés todo lo que pida. Aveces sólo pido para ver hasta dónde puedo alcanzar.
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mí también, y no quiero hacerlo.
No me dés siempre órdenes. Si en vez de órdenes a veces me pidieras las cosas, yo las haría más rápido y con más gusto.
Cumple las promesas, buenas ó malas. Si me prometes un premio, dámelo; pero también si es un castigo.
No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos. Si me haces lucir mejor ...
Continuar leyendo