Uno de los desafíos de nuestro tiempo, es mantenernos en conexión con nuestra verdad como seres espirituales haciendo una experiencia humana.
Nuestro juego, al adquirir el carácter de seres humanos, consistió en jugar a limitarnos, hasta el punto de olvidar a qué estábamos jugando. El despertar que trae nuestro tiempo, la entrada de todo nuestro sistema solar en una nueva rama luminosa de nuestra Vía Láctea, trae consigo un inevitable empujón energético. Este nos conduce a recuperarnos y recordar.
Recordar que en esencia, somos infinitos en posibilidades.
El contacto diario con nuestra Presencia, con nuestra esencia infinita, sana las heridas del olvido, absorbe los engaños y disuelve toda ilusión de carencia.
El nuevo sistema que fluye imparable desde las frecuencias elevadas del corazón despierto, crece en la consciencia de que Hay Suficiente. La nueva física descubre que todo lo que vemos como materia, no es otra cosa que posibilidades.
La Fuente , el Campo Unificado que parecía ser espacio vacío, se va desplegando ante los ojos de los científicos, el lugar donde todas las cosas son posibles. Cuando, en el silencio, tomamos contacto físico, sensorial, con este Campo, que es nuestra Fuente de vida y existencia, las dudas y programas de escasez se disuelven. Hay suficiente.
En la unión cotidiana con la Fuente , hay suficientes medios, suficiente amor, suficientes bienes, suficiente placer, suficiente paz, suficiente inteligencia, y percibimos que Somos Suficiente, estamos dotados con todo lo necesario para hacer frente a cualquier desafío. Paradójicamente, uno de los desafíos es justamente entrenarnos en la consciencia del milagro, el saber que tenemos a mano todo lo que deseamos, en un mundo que parece estar cayendo en el caos.
El campo unificado de la conciencia, es la única que crece en nuestras vidas, cuanto más tomamos de ella. Hacer que nuestro cuerpo sea permeable a ella, nos permite percibir las oportunidades, abre ventanas de posibilidades, despeja el horizonte y nos recuerda quienes somos, y con la riqueza con que contamos, que en el estado de conexión, crece momento a momento.